Nota del autor: Estas publicaciones se presentan tal cual fueron escritas, sin ediciones, para preservar la autenticidad de los pensamientos del autor. Agradezco su comprensión ante cualquier error ortográfico o gramatical.
He estado buscando el sentido de la vida la mayoría de mis días en esta tierra.
Siempre pensé que había algo más que la rutina, algo más a las prácticas comunes de la sociedad y a los objetivos tan repetitivos que todos en mi circulo social tenían.
Me sentía alienado, ya que no entendía por qué era el único que me hacía esas preguntas.
Hasta que entendí que hacérmelas, era una perdida de tiempo.
Después de buscar la respuesta en cada libro que se me cruzó en frente, llegué a una respuesta importante pero liberadora.
El sentido de la vida, es encontrarle sentido.
En realidad, la vida no tiene un sentido. No fuiste traído a esta tierra para cumplir con una misión grande, no estás destinado a convertirte en un ser importante, no hay una tarea que hayas venido a cumplir.
Y eso, te libera completamente.
Porque ahora, puedes ver la vida como un juego.
Porque tu eres el que dictaminarás el sentido de tu vida. Tu eres el que establecerá cual es su misión en este mundo y de ti dependerá si disfrutas el tiempo tan limitado que tienes en este mundo, haciendo cosas que te gusten, que te apasionen y que construyan un futuro mejor para tus semejantes.
Puede parecer muy intimidante decir que no tenemos una misión en esta vida, un propósito, pero en realidad, te liberará de las cadenas existenciales que siempre has tenido (o por lo menos algunos de nosotros).
Nada importa y nada importará, porque todo en este mundo es efímero. Probablemente serás recordado por algunos años, pero después, las personas que te recordaban, sufrirán la misma suerte que tu y todo se irá perdiendo. La existencia en este mundo perecerá.
Así es que, partiendo de ese razonamiento, puedes dejarte de preocupar por todos los errores que alguna vez tuviste, por todo lo que crees que no has logrado, por todos los insultos que has recibido y en general, por todo aquello que no te deja ser lo que quieres ser en este mundo.
A partir de llegar al razonamiento de que tengo que darle mi propio sentido a la vida, empecé a ver este mundo y su existencia, como un juego para mí.
Porque existen miles de cosas que me hacen feliz, pequeños detalles que tengo que disfrutar, cosas por las que tengo que sonreír, lugares increíbles por visitar y mentes afines por conocer.
Así es que, cada día de mi existencia, lo veo como una oportunidad más de experimentar todo aquello que puede ofrecer este mundo y voy planeando poco a poco todo lo que me gustaría cumplir antes de partir.
Pero existe un compromiso personal de ser siempre una mejor persona, poder crear o transmitir cosas que ayuden a los demás, incluso de forma diminuta. Porque aunque nada importa y nosotros mismos debemos de darle sentido a todo, en lo personal creo que lo único que hace que valga la pena nuestra existencia es cultivar valores que ayuden a nuestros semejantes, poder trascender y tocar los corazones de otras personas.
Creo que, si todos modificamos nuestra forma de ver el mundo a una parecida a la expuesta en estas ideas, podríamos disfrutar más nuestra existencia y soltaríamos muchas cargas que a veces van minando nuestra felicidad, nuestra paz mental.
Nada importa y nada importará, así es que diviértete y haz todo aquello que siempre has querido hacer.
Nada importa y nada importará….
-Adrían de la Vega.
